Este es un postre SIN HORNO que podés hacer rápido y fácil. El sabor único de la pitahaya y su espectacular color hacen de este cheesecake una verdadera joya.
Me encanta romantizar mis entradas con alguna anécdota o simplemente contar mi experiencia de cuándo hice el postre o receta en cuestión. Si te aburre mucho el bla bla bla podés saltar hasta el final donde encontrarás la receta completa. Pero si te interesa saber cómo nació la idea de este postre, cómo lo hice y las peripecias que pasé, seguí leyendo.
No es la primera vez que hago cheesecake, he hecho de maracuyá, de oreo, de arándanos, el clásico New York Cheesecake, y otros más, de hecho me sorprende que aún no haya publicado ninguno de esos en este blog. El único que he compartido es el cheesecake de calabaza que podés encontrar entre las recetas del blog.
Definitivamente iré haciendo uno por uno hasta complacer a todos los amantes del cheesecake en sus diferentes versiones.
Esta vez decidí hacerlo de pitahaya; primero porque estamos en temporada y segundo por su increíble color que me encanta.
La mayoría del tiempo experimento con mis recetas y esta vez no fue la excepción. Cuando ya tenía listas las dos capas del pastel de queso, quise ponerle una tercera capa; algo así como una mermelada o una gelatina parecida a la que hago con el cheesecake de maracuyá, que pronto les mostraré (lo prometo). Siempre que lo hago le pongo una capita delgada arriba porque me gusta cómo sobresalen las semillas negras en el fondo amarillo. En esta ocasión quise hacer lo mismo con la pitahaya pero no logré el mismo efecto. Así que me puse manos a la obra y sin pensar en ese pequeño detalle cuando me di cuenta ya tenía lista la mezcla de gelatina para añadirla al pastel.
Y aunque esa gelatina de arriba queda deliciosa, para la foto no es estéticamente lo deseado, bueno al menos para mí que soy media picky para estas cosas.
La próxima vez que haga fotos de cheesecake de pitahaya será con mermelada de la misma fruta o simplemente la dejaré con dos capas. En fin, iré probando hasta quedar satisfecha. Esto que les cuento no es para quejarme, sino para contarles mi experiencia y aprendizaje, el detrás de cámaras. Como el error que cometí cuándo hice la capa rosada. ¿Pueden creer que me brinqué un paso? ¡OH POR DIOS! Se me olvidó ponerle gelatina a la pitahaya… lo que dio como resultado una capa poco firme, y a raíz de eso tuve que congelarla cada vez que tenía que hacer una foto. No tenía mucho tiempo para tomar las fotos porque se derretía, así que congelaba un rato luego lo sacaba y tomaba algunas fotos volvía a congelar y así todo el tiempo. Hasta que logré terminar la sesión. AQUÍ HAGO UN ALTO: Ustedes NO se preocupen por las cantidades, todo está bien explicado y no debería pasarles esto, a no ser de que también se les olvidé algo como me pasó a mí.
Por un momento pasó por mi mente hacer un segundo postre para tomar las fotos y que quedaran como yo quería, pero esa idea quedó descartada inmediatamente. Ya lo tenía listo y la verdad me gustó el resultado. A mi familia y a mí nos encantó el sabor y la textura, así que definitivamente cuando llegue la próxima temporada lo haré de nuevo.
Así que ya saben, es normal que en la cocina pasen estas cosas y siempre vamos a cometer errores que son parte del aprendizaje y si nos gusta este mundo culinario tenemos que perderle el miedo a la cocina y no debemos frustrarnos si algo no sale bien.
No hay que tomarse todo al pie de la letra, hay que ir aprendiendo poco a poco a ser intuitivo y aprender de los errores. Espero que esta anécdota te motive a probar cosas nuevas y a seguir intentando sin desistir.

Te explico cómo hacer el cheesecake de pitahaya
Empezamos haciendo la corteza a base de galleta triturando las galletas en una bolsa ziploc con ayuda de un rodillo. Aparte en un procesador de alimentos tritura los dátiles junto con una parte de la galleta molida para unir todo en una sola mezcla. Coloca la mezcla de galleta con dátiles en un tazón y agrega la mantequilla derretida hasta unir todo muy bien. Coloca en el fondo del molde previamente forrado y presiona con una cuchara hasta que quede bien compacto. Guardá en el congelador mientras preparás el relleno. Te dejo este video de cómo forrar un molde redondo, también lo podés ver en la sección de reels de mi instagram.
El segundo paso es hacer el relleno, para esto vamos a batir la crema dulce, que también es conocida como crema para batir o crema de leche. En el tazón de la batidora o cualquier tazón resistente agregamos la crema y con ayuda de una batidora manual mezclamos a velocidad media-alta hasta que empiece a espesar. Cuando se formen picos dejás de batir y llevas la crema al refrigerador.
En otro tazón coloca el queso crema a temperatura ambiente, yo utilicé 2 paquetes de 8 onzas de la marca Philadelphia. Es importante dejarlo afuera de la nevera desde el día anterior para que suavice. Agrega el azúcar y mezcla hasta que quede suave, por último agregas la vainilla, bate nuevamente hasta integrar. Retira la crema batida de la nevera y añade a la mezcla de queso crema. Bate todo hasta integrar. Coloca el tazón en la refrigeradora.
Corta la pitahaya en trozos y le quitas la piel, luego procede a triturarla para esto podés usar la licuadora o un tenedor. Reserva.
Por último preparamos la gelatina como indica la caja. Retira el tazón de la nevera y es momento de dividir la mezcla en dos recipientes.
A una parte le vas a agregar la pitahaya previamente licuada. Al final vas a obtener una capa blanca y otra de color rosado intenso.
Reparte la gelatina en las dos capas y mezcla bien.
Una vez tengamos listo el relleno dividido en dos colores, vamos a verter la mezcla blanca sobre la galleta. A continuación la otra porción sobre la primera capa y de vuelta al congelador para mejores resultados.
Para hacer la gelatina que va encima de las dos capas del pastel de queso vamos a poner una olla al fuego y colocamos dentro la pitahaya troceada y con ayuda de un tenedor vamos triturando mientras se calienta. Cuando empiece a hervir agregamos el azúcar y revolvemos. Aparte vamos a preparar un sobrecito de gelatina disuelto en una cucharada de agua hirviendo, con cuidado de que no queden grumos. Apagamos el fuego y agregamos la gelatina y el jugo de limón. Disuelve y deja enfriar.
Una vez haya enfriado la vertemos sobre la capa rosada del pastel de queso y metemos a la refrigeradora durante toda la noche.
A la hora de servir podés decorar con moras y arándanos. También podrías ponerle trozos de pitahaya.


RECETA
INGREDIENTES
- PARA LA CORTEZA
- 170g de galletas María (8 paquetitos)
- 6 dátiles triturados
- 115g de mantequilla sin sal derretida
- PARA EL RELLENO
- 250g de crema dulce (crema de leche o crema para batir)
- 450g de queso crema a temperatura ambiente
- 2 tazas de azúcar
- 1 cdita de esencia de vainilla
- 24g de gelatina sin sabor en polvo
- 1/4 taza de agua hirviendo (para disolver la gelatina)
- 250g de fruta del dragón o pitahaya
- PARA LA GELATINA DE PITAHAYA
- 300g de pitahaya
- 1 cda de jugo de limón
- 1/2 taza de azúcar
- 8g de gelatina sin sabor disuelta en una cucharada de agua
INSTRUCCIONES
PARA LA CORTEZA DE GALLETA:
1. Forra un molde de prensa de 20cm de diámetro, con papel encerado.
2. Tritura las galletas junto con los dátiles.
3. Coloca la mezcla de galleta con dátiles en un tazón y agrega la mantequilla derretida hasta unir todo muy bien.
4. Coloca en el fondo del molde previamente forrado y presiona con una cuchara hasta que quede bien compacto. Guarda en el congelador mientras preparas el relleno.
PARA EL RELLENO:
1. En un tazón agrega la crema dulce y con ayuda de una batidora manual, mezcla a velocidad alta hasta que la crema comience a espesar. Cuando se formen picos dejas de batir y llevas la crema al refrigerador.
2. En otro tazón coloca el queso crema junto con el azúcar y mezcla hasta que quede suave, por último agregas la vainilla, bate nuevamente hasta integrar
4. Retira la crema batida de la nevera y añade a la mezcla de queso crema. Bate todo hasta integrar. Coloca el tazón en la refrigeradora.
5. Trocea y licúa la pitahaya
6. Prepara la gelatina como se indica la caja. Retira el tazón de la nevera y divide la mezcla en dos recipientes.
7. A una parte de la mezcla le vas a agregar la pitahaya previamente licuada. Al final vas a obtener una capa blanca y otra de color rosado intenso.
8. Reparte la gelatina en las dos capas y mezcla bien.
MONTAJE:
1. Saca el molde del congelador y vierte la mezcla blanca sobre la galleta. Luego viertes la otra porción sobre la primera capa y vuelve a colocar el molde en el congelador.
LA GELATINA:
1. Vamos a poner una olla al fuego y colocamos dentro la pitahaya troceada y con ayuda de un tenedor vamos triturando mientras se calienta. Cuando empiece a hervir agregamos el azúcar y revolvemos. Aparte vamos a preparar un sobrecito de gelatina, disuelto en una cucharada de agua hirviendo. Apagamos el fuego y agregamos la gelatina y el jugo de limón. Disuelve y deja enfriar.
2. Una vez haya enfriado la vertemos sobre la capa rosada del pastel de queso y de vuelta al congelador hasta el día siguiente.


Perfecto para regalar a mamá en su día 🙂
Con cariño,
Vivi